La España peninsular logró el pasado sábado, 14 de diciembre, producir electricidad sin recurrir al carbón durante un día por primera vez, según los registros de Red Eléctrica (REE), que en su concepción actual abarcan hasta los años 90.
Fuentes de la empresa propietaria de la red de alta tensión y operador del sistema eléctrico confirman el dato y explican que, desde la puesta en servicio de la primera central de carbón en España, en 1949, se ha estado generando electricidad en el sistema peninsular recurriendo a esta tecnología, si bien, “dado que los datos disponibles desde entonces y hasta los 90 son anuales, no podemos confirmar con exactitud si algún día durante ese periodo” (por ejemplo, para tareas de mantenimiento de centrales) no se usó carbón.
La central térmica de Aboño II se apaga (previsiblemente por mantenimiento) y por primera vez en la historia el carbón deja de producir energía en España, el 13 de diciembre de 2019 a las 23.50 horas. Según los datos proporcionados por el operador del sistema, Red Eléctrica, lo ha hecho casi durante dos días seguidos. 10 minutos del viernes 13, todo el sábado 14 y hasta las 21.20 horas del día 15. Es decir, España ha estado 45 horas y media sin producir electricidad con carbón. Pero realmente no ha sido en todo el territorio nacional, únicamente en la España peninsular ya que en Baleares sí ha estado produciendo energía desde su central térmica.
En el conjunto del sistema eléctrico nacional, el pasado sábado sí se produjo una actividad residual del carbón: 5 gigavatios hora (GWh) aportados por esta tecnología en el sistema balear, donde este combustible sigue siendo la primera fuente de generación.
En lo que va de año, las centrales térmicas de carbón en España han producido un total de 10.604 GWh, el peor dato desde hace más de una década. Por hacer una comparación, la generación con carbón en 2018 fue de 33.597 GWh, por lo que de un año a otro la producción eléctrica desde las centrales térmicas ha caído un 68,4%.
Desplome del uso del carbón.
Las centrales térmicas de carbón son la fuente más contaminante de todas las que contribuyen al mix eléctrico nacional. Aunque está en declive y este 2019 se ha desplomado un 68% con respecto al año anterior, suponiendo ahora apenas el 5% de la cesta de generación. Entre las causas que explican esta caída, además de la mayor contribución de las renovables, están el alto precio del CO2 en el mercado europeo del carbono y el abaratamiento del gas natural, que han propiciado que sea más rentable recurrir a las centrales de ciclo combinado que a las de carbón.
En lo que va de año, los ciclos combinados se han convertido en la primera fuente de generación de electricidad en España, con el 21,6% del mix, por delante de la nuclear (21,4%) y la eólica (20,7%). En la primera quincena de diciembre, la eólica ha sido la primera fuente del sistema eléctrico nacional, con 3.119 GWh y el 26,2% del mix eléctrico, por delante de la nuclear (17,9%), hidráulica (17,3%) y ciclo combinado (16,6%)
Cierre de centrales.
El fin del carbón como fuente eléctrica en España parece además cada vez más cercano. Esta coyuntura está propiciando situaciones impensables hace unos años, como que Reino Unido lograse en mayo funcionar durante una semana completa sin recurrir al carbón por primera vez desde mediados del siglo XIX. Y es la clave que explica que Endesa anunciase en septiembre el cierre de las dos centrales térmicas en la Península que hasta entonces pretendía explotar más allá de 2020, las de As Pontes (A Coruña) y Litoral (Almería). Iberdrola y Naturgy, por su parte, lo han hecho anteriormente.
Cuando se lleven a cabo esos cierres, el parque de centrales de carbón quedará reducido a sólo tres centrales de los principales grupos energéticos españoles: las de Aboño y Soto de Ribera, en Asturias, propiedad de la portuguesa EDP, y la de Los Barrios, en Cádiz, de Viesgo.
Artículo original: eldiario.es